RESPUESTA SOBRE EL TEMA GLIFOSATO AL CONSEJO NACIONAL AGROPECUARIO (BOSCO DE LA VEGA). NOTICIERO CARMEN ARISTEGUI.
En este comunicado se responde a las aseveraciones, sin fundamento, del Consejo Nacional
Agropecuario.
El gobierno mexicano prohibió la importación del glifosato en 2019. El glifosato es un herbicida o mata
hierbas que tiene varias presentaciones comerciales en México y se usa en decenas de cultivos, incluyendo
el maíz. Se afirma que sólo se usará lo que queda en inventarios a nivel nacional y en una transición a 4
años para su prohibición total en 2024; sin embargo, el Consejo Nacional Agropecuario ha argumentado
fuertemente que se perderá el 50% de la producción de alimentos en México y se retrocederá en lo poco que
se tiene de soberanía alimentaria, pues se usa en casi todos los cultivos; dice no hay alternativas y “pide un
plazo de transición de al menos 5 años para una revisión profunda del uso del glifosato en el país y para
realizar las investigaciones y el desarrollo de sustitutos viables” (Excelsior, 15/06/20). El CNA afirma no
hay suficiente evidencia de que se trata de una sustancia peligrosa y no existen opciones tecnológicas.
Seguramente con esta propuesta el CNA espera se sigan usando otros agrotóxicos y espera en un nuevo
sexenio se cancele la prohibición.
El glifosato es un herbicida o mata hierbas como lo llaman los productores que fue clasificado por
la Organización Mundial de la Salud en 2015 como posible carcinógeno en humanos, por lo que sí
es una sustancia peligrosa para la salud siendo comprobado ya en 1,108 artículos científicos
(Rossi, 2020 disponible en la pagina web: naturaleza de derechos
http://www.naturalezadederechos.org/antologia5.pdf
). Entre los daños, en humanos se reportan;
malformaciones congénitas, alteraciones en el sistema nervioso, hormonal y gastrointestinal,
infertilidad, diversos tipos de cáncer (linfoma No Hodgkin), encelopatía, mutagénesis, autismo,
parkinson, transtornos al sistema nervioso, sistema endócrino y renal, intolerancia al gluten, daños
al hígado, y al sistema inmune -particularmente peligroso ante la pandemia del covid-19-. Entre
los daños a la biodiversidad están afectaciones a anfibios, peces, aves, reptiles, moluscos, tortugas,
abejas y otros polinizadores. También hay afectaciones al agua y al suelo (Watts et al, 2016 citado
por Bejarano, 2017). El 24 de junio de 2020 Bayer, propietario de Monsanto y del glifosato aceptó
pagar 10,900 millones de dólares por terminar con 125 mil demandas que le acechaban en Estados
Unidos por casos de cáncer provocados por el herbicida (El País y Forbes, 24 de junio, 2020).
Referente a que no hay opciones tecnológicas, claro que sí las hay, la agricultura orgánica prescinde
de todo tipo de plaguicidas, incluyendo al Glifosato. Hoy en día existen experiencias de agricultura
orgánica y agroecológica en el país, que practican 215 mil productores y van aumentando cada vez
más. Tan sólo de agricultura orgánica se tienen 658 mil hectáreas de cultivo, 1.2 millones ha de
recolección, 60 mil ha de ganadería, y 90 mil ha de apicultura, todo ello certificado. En el mundo
se cultivan más de 70 millones de hectáreas orgánicas de cultivos (el doble de lo que existía en
2009, notándose su incremento por el interes de los productores y consumidores por alimentos
sanos), más ganadería, áreas de recolección, pecoreo y acuacultura. México se ubica en el lugar 13
a nivel mundial (FIBL/IFOAM, 2019).
Hoy en día la modernidad da opciones a los grandes y pequeños agricultores para substituir el
glifosato como se está haciendo en otros países a través de prácticas agroecológicas en superficies
a pequeña y gran escala, con diversas formas de uso de maquinaria agrícola (desbrozadoras,
chapeadoras, motocultores, tractores altos tipo zancudos, etc), falsa siembra, rastras, barbechos,
cultivos imbricados, coberteras con leguminosas, acolchados plásticos y orgánicos, labranza de
conservación sin herbicidas, rotación de cultivos, herbicidas orgánicos a base de ácidos grasos y
vinagre, entre muchas otras. Lo anterior privilegia la importancia que adquiere la salud para la
sociedad, los trabajadores, los consumidores, así como del cuidado y la protección del suelo y el
agua.
Sinaloa en la producción de maíz blanco convencional es un ejemplo de no uso de Glifosato en
90% de su superficie y producción en más de 510 mil hectáreas para 2019 con rendimientos
superiores a 12 toneladas/ha (Expresidencia de la organización de productores de maíz en Sinaloa).
INFO SIAP (2019) reporta una siembra de maíz en 518,538ha, con una producción de 5.8 millones
de toneladas (ciclo otoño invierno de riego). Lo que hacen los grandes productores de Sinaloa para
no usar glifosato, es regar la parcela, dejar que salgan las hierbas, descostrar el suelo con
maquinaria y con ello quitar las hierbas que emergieron por el riego, sembrar y de forma conjunta
fertilizar (esto los diferencia de los productores de los Estados Unidos que siembran en seco y que
sí usan Glifosato); al hacer lo anterior el maíz le gana a las hierbas en su emergencia y al haber una
alta densidad de plantas por ha (110 mil plantas) las malezas emergen en mucha menor cantidad,
no siendo necesario aplicar herbicidas.
Sobre el 50% de pérdidas de producción al dejar de usar el Glifosato, el CNA tergiversa la fuente
de FAO, o no da ninguna fuente que pueda corroborar su afirmación. Al respecto hay países que
han apostado a la agricultura orgánica generando políticas de apoyo. Vale la pena nombrar los
casos de 9 países que tienen más de 10% de su superficie total agrícola como orgánica; a saber,
Austria con 24% del total; Estonia con 20.5%; Suecia con 18.8%; Italia con 15.4%; Latvia con
14.8%; Suiza con 14.4%; Finlandia con 11.4%; Francia y Eslovenia con 10%. Estados Unidos,
España, China, Australia, y Argentina tiene cada uno más de 2 millones de hectáreas orgánicas
(FIBL/IFOAM, 2019).
El CNA debe saber que sí hay daños a la salud humana que ocasiona el Glifosato demostrado en
1108 artículos científicos. Sí hay opciones viables para producir sin herbicidas y sin otros
agrotóxicos, miles de hectáreas e incluso millones de hectáreas en otros países lo confirman. Y
Bayer en alguna forma acepta que hay problemas con el Glifosato al pagar 10,900 millones de
dólares a 125 mil demandantes en los Estados Unidos.
Dr. Manuel Ángel Gómez Cruz – Coordinador del CIIDRI-Universidad Autónoma Chapingo
M.C. Laura Gómez Tovar – CIIDRI-Depto. De Agroecología- Universidad Autónoma Chapingo